Iniciamos un nuevo año, después de un montón de días de fiesta en compañía de nuestros familiares y amigos, comenzamos con nuestra rutina y en primer lugar hemos decidido dedicar un ratio a nuestro blog. Tal vez consecuencia de la resaca de las copas de cava de Nochevieja y Año Nuevo, estamos un poco bloqueados y no tenemos muy claro por dónde empezar, viendo las tareas pendientes nos hemos encontrado que en este mes de Enero vamos a impartir bastantes horas de formación sobre gestión de stocks, hemos decidido que empezaremos nuestro nuevo ejercicio por el tema de los inventarios que nos sigue pareciendo un tema muy interesante.
Empezar por este tema pues ayer después de acabar de comer mi suegra comentaba en la mesa «esta semana ya no tengo que cocinar con todo lo que ha sobrado de la comida tenemos para comer varios días».
Esta frase creo que es algo bastante habitual en muchas familias en estas fechas, y yo pienso que en el caso de las cenas y comidas navideñas tenemos controladas gran parte de las variables que nos permitirían conseguir que al finalizar las mismas el stock restante fuese cero o casi cero, a saber:
- Controlamos la demanda. Sabemos cuantas personas van a asistir y ademas conocemos sus capacidad de ingerir alimentos y bebidas.
- Disponemos de las recetas de todos los platos de una forma detallada, y mas en estos días que el programa estrella de la televisión ha sido Master Chef Junior.
Por que entonces estos excesos de stock, pues tal vez por un mal entendido servicio al cliente » cómo alguien que venga a comer o a cenar a mi casa se va a quedar con hambre» (hay algunos que como nos descuidemos un poco mas vamos a acabar rodando en estas fechas) y por otro lado porque en estas fechas y cada familia en la medida de sus posibilidades que las cosas andan muy mal todavía nos olvidamos de los costes tanto de adquisición como de obsolescencia o caducidad ( con todos los restos que han quedado en platos o que se acabaran a lo mejor poniendo en mal estado en los frigoríficos, cuantas familias podrían haber comido).
Bueno si esta historia la traspasamos al mundo empresarial, que cada uno saque sus conclusiones, aquí os dejo las mías, que deberían ser el santo y seña de tod@s aquell@s que gestionan el aprovisionamiento de la empresa:
- Mejorar el conocimiento de la demanda prevista.
- Tener claro el nivel de servicio al cliente que queremos proporcionar.
- Controlar de manera exhaustiva los costes que inciden en los inventarios.
Feliz año lleno de éxitos para todos aquell@s que os paréis en estas fechas a leer este post.