Seguimos con nuestras aportaciones sobre la importancia de los RRHH en la gestión logística, hoy traemos una editorial de nuestro colaborador Daniel López en Prevención Integral.
En los tiempos de incertidumbre en los que nos encontramos, que en algunos países ha llegado con una tasa de desempleo por encima del 25%, parece que hablar de felicidad en las organizaciones es descabellado e incluso iluso. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que creando un entorno de trabajo saludable se consiguen mejores resultados empresariales, las organizaciones mejoran y se aumenta la seguridad laboral, el sentimiento de pertenencia y la motivación de los empleados.
La pregunta entonces es ¿cómo hacer feliz a una organización? Hay muchos colectivos que están implicados en las actividades que realiza una empresa: empleados, directivos, accionistas; por ello tenemos que hacer actuaciones interrelacionadas que involucren a unos y otros.
La felicidad de los empleados se consigue mediante todas aquellas acciones que mejoran su salud tanto dentro como fuera del trabajo. Hay que realizar actuaciones directamente relacionadas con su puesto de trabajo (como evaluaciones ergonómicas u observación en el puesto), con la organización del trabajo (ergonomía participativa), con sus hábitos (programas de ejercicio físico o nutrición), con la posibilidad de que se lesionen (programas de reingreso en el puesto de trabajo), con los riesgos psicosociales (gestión de las emociones) o con colectivos especiales (maternidad, personal cercano a la jubilación)
Evidentemente, esta felicidad está unida al compromiso e intervención de los mandos intermedios que son la correa de transmisión de la cultura preventiva y saludable. A éstos hay que dotarlos de herramientas que promuevan la seguridad y salud (programas de fomento de la rotación en el puesto de trabajo, detección precoz de síntomas de lesión) y que les permitan interactuar con los trabajadores, el servicio de prevención y los servicios médicos.
La felicidad de los directivos se consigue, en primer lugar, por su participación en alguno de los programas antes citados y, en segundo lugar, poniendo en valor todas las actividades que se realizan en la organización, reuniéndolas en un modelo que les permita tener indicadores fiables sobre las actuaciones y sobre el retorno de la inversión de todos los programas (según diferentes estudios el ROI es de 1,25 € a 1 € por ahorro de costos médicos y hasta de 4 € a 1 € en reducción de absentismo). Como ayuda para la sistematización, existen dos modelos de sistema de gestión que las empresas pueden utilizar: el promovido por la ENWP y el recientemente publicado por AENOR.
En definitiva, realizar actuaciones en Promoción de la Salud en el Trabajo y utilizar un modelo, propio o externo, que las englobe todas, genera hábitos saludables en los trabajadores y permite tener unos indicadores fiables que crean una organización saludable que hace felices a todos. Así, mejoraremos la salud de los empleados, los beneficios de la empresa y la imagen de la corporación ante la comunidad.
Si os ha interesado el tema y queréis realizar actuaciones en Promoción de la Salud en el Trabajo, entrar en http://www.blife.es, allí podréis encontrar acciones que podemos realizar para mejorar en este aspecto.